viernes, 26 de marzo de 2010

LA VIDA ME LA REGALÓ


Puede sonar la expresión a transcendente, pretenciosa o incluso poseer tintes entre melodramáticos y pseudoreligiosos... o incluso sonar una musiquilla de new age trasnochada. Mi amiga Alicia hablaría de SINCRONICIDAD y mi amiga Pepa de cuidarme de mis deseos. Pero tan cierto como que estoy escribiendo estas líneas es la autenticidad de mi relato, ya sabeis que sólo escribo cosas verídicas, y que ni siquiera me molesto en cambiar el nombre de las personas a las que incluyo en ellos .
"LA VIDA ME LA REGALÓ"
Ya está escrito. ¿Cursi?,¿romantico?...juzgaz vosotros despues de leer esto:
La primera vez que la vimos fué através del cristal de la tienda de mascotas que está al lado del Carrefour. Prestaba más atención a la gente que miraba o pegaba sus narices al escaparate que a los juegos de sus compañeros de "apartamento". Ni triste ni excitada, solo curiosa y quieta. Y te puedo asegurar que tan solo el sentido práctico de Goyo me contuvo para no entrar al rescate de esa hermosura de 4 patas que parecia un lapicero de Alpino de lo larga que era.
Fué un arrrebato virtual, ahora que está tan de moda esa palabra. Ahí empezó y ahí acabó.
Y ahora sitúate 18 meses después.
Yo habia seguido mirando perros por Internet.....era a lo más que podía aspirar, porque no consiste en disponer del sitio adecuado, sino del tiempo preciso para ocuparse de un cachorro....y de eso andábamos escasos. Pero las circustancias juegan a favor de los deseos más peregrinos y pude tener las mañanas más disponibles, no mucho más, no te creas, pero sí con algo más de holgura. Entonces Lola me habló de unos vecinos suyos que por un asma desarrollado por su hija, tenian que regalar una perrita que año y medio antes le habían comprado.
El flechazo entre nosotras surgió en el momento en el que yo atravesaba la puerta. Estaba pelín gordita, le gustaba los gusanitos, los kikos...y todas y cada una de las versiones con las que el mercado disfraza las chuches. "Rosa" la habia llamado la cría. Bien sabe El Altísimo que no me gusta poner nombre de personas a los animales....pero es que le venia de perlas. A la semana de nuestro primer encuentro, me la llevé. A sus amos las mejillas se les humedecían por las lágrimas....a mí me hubiera pasado lo mismo, pero hoy por hoy estaba en la orilla contraria: mi corazón saltaba de alegría....
Me dieron un paquetito con su correa, su mantita, sus cacharritos para el agua y el pienso canino y una carpetita azul con su documentación que abrí a los tres dias de estar en casa....
No lo podía creer, no daba crédito a lo que estaba leyendo. Era la misma perrita que meses atrás habíamos visto en la tienda de animales que estaba al lado del Carrefour....



Y ahora vas y lo cascas!!!!

Un besazo.

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