Lucian Freud en su taller
El Centre Pompidou dedica una gran retrospectiva al artista alemán, la primera en Francia en 25 años
A sus 88 años, el pintor británico de origen alemán Lucian Freud recibe un nuevo homenaje, ésta vez de la mano del Centre Georges Pompidou, que le dedica una gran retrospectiva veintitrés años después de la antológica que el mismo museo dedicó al artista en 1987, y que fue también su última exposición en Francia.
Desde el 10 de marzo, el Pompidou exhibirá cincuenta pinturas de gran formato de Freud junto a una completa selección de su obra gráfica y fotografías de su taller londinense, instantáneas procedentes en su mayoría de colecciones particulares. Precisamente el tema del taller del artista articula la exposición, como sirve también de eje a la producción de Freud.
En un espacio de más de 900 metros cuadrados, la muestra reúne los Large Interiors de Freud, sus versiones de obras maestras de pintores clásicos, su serie de autorretratos y sus más recientes representaciones de Leigh Bowery o Big Sue. La singularidad de la obra de Freud reside en su obsesión por la realización de minuciosos retratos y en su fascinación por la captación de cuerpos desnudos sobre fondos de gran densidad matérica que buscan convertir la pintura en carne a ojos del espectador.
Freud se considera a sí mismo un pintor de laboratorio que sólo retrata a sus modelos en el ambiente cerrado e íntimo de su taller, cuyos muebles y objetos elige a conciencia hasta convertirlos en recurrentes y reconocibles en sus composiciones: plantas verdes, sillas desgastadas, camas de hierro, lavabos o paredes salpicadas de pintura.
Sus escasos paisajes representan edificios industriales de Londres, terrenos baldíos, jardines o contenedores de basura vistos desde ángulos difíciles. La naturaleza que recrea Freud es una naturaleza urbana, proclive al hacinamiento.
La preocupación constante por el tema del taller nos remite a la omnipresente metáfora de la pintura y sus espacios a la que numerosos artistas, desde Rembrandt a Picasso pasando por Courbet, hicieron alusión al retratar la cámara en la que el pintor plasmaba en lienzo a su modelo.
Cuatro secciones articulan la exposición: Interieur/Exterieur, Réflexion/Reflection, Reprises y Comme la chair/ As flesh. La primera recoge impresionantes paisajes y vistas urbanas realizadas por Freud desde uno de sus talleres, a las afueras de la capital británica. Muestran los terrenos baldíos que Londres destinaba a basureros y los edificios característicos de la periferia de la ciudad en estrecha tensión con la intimidad del taller del artista. La fuerza y la complejidad de los autorretratos de Freud protagonizan la segunda sección, manifestando la tensión característica entre lo íntimo y lo personal y la representación, la reflexión sobre uno mismo y el distanciamiento irónico respecto a su persona. El propio pintor afirma que para representarse a sí mismo, debe tratar de presentarse como si fuera otro. Él pinta lo que siente tratando de no caer en el expresionismo.
Reprises incluye dibujos, grabados y pinturas que van más allá de lo autobiográfico para cuestionar los planteamientos históricos de la pintura: Freud se inspira en Constable, Cézanne, Picasso o Chardin para reinterpretarlos de forma deliberadamente torpe y libre, enlazando el arte actual con la tradición.
Y, por último, Comme la chair/As flesh recoge sus retratos del performer Divine, Leigh Bovery o Big Sue, entre otros, en ambiciosas puestas en escena. La muestra finaliza con la presentación de dos films: uno de Tim Meara bautizado como Small Gestures in Bare Rooms y otro elaborado por David Dawson, asistente de Freud, que muestra al pintor en su taller.
El Centre Pompidou dedica una gran retrospectiva al artista alemán, la primera en Francia en 25 años
A sus 88 años, el pintor británico de origen alemán Lucian Freud recibe un nuevo homenaje, ésta vez de la mano del Centre Georges Pompidou, que le dedica una gran retrospectiva veintitrés años después de la antológica que el mismo museo dedicó al artista en 1987, y que fue también su última exposición en Francia.
Desde el 10 de marzo, el Pompidou exhibirá cincuenta pinturas de gran formato de Freud junto a una completa selección de su obra gráfica y fotografías de su taller londinense, instantáneas procedentes en su mayoría de colecciones particulares. Precisamente el tema del taller del artista articula la exposición, como sirve también de eje a la producción de Freud.
En un espacio de más de 900 metros cuadrados, la muestra reúne los Large Interiors de Freud, sus versiones de obras maestras de pintores clásicos, su serie de autorretratos y sus más recientes representaciones de Leigh Bowery o Big Sue. La singularidad de la obra de Freud reside en su obsesión por la realización de minuciosos retratos y en su fascinación por la captación de cuerpos desnudos sobre fondos de gran densidad matérica que buscan convertir la pintura en carne a ojos del espectador.
Freud se considera a sí mismo un pintor de laboratorio que sólo retrata a sus modelos en el ambiente cerrado e íntimo de su taller, cuyos muebles y objetos elige a conciencia hasta convertirlos en recurrentes y reconocibles en sus composiciones: plantas verdes, sillas desgastadas, camas de hierro, lavabos o paredes salpicadas de pintura.
Sus escasos paisajes representan edificios industriales de Londres, terrenos baldíos, jardines o contenedores de basura vistos desde ángulos difíciles. La naturaleza que recrea Freud es una naturaleza urbana, proclive al hacinamiento.
La preocupación constante por el tema del taller nos remite a la omnipresente metáfora de la pintura y sus espacios a la que numerosos artistas, desde Rembrandt a Picasso pasando por Courbet, hicieron alusión al retratar la cámara en la que el pintor plasmaba en lienzo a su modelo.
Cuatro secciones articulan la exposición: Interieur/Exterieur, Réflexion/Reflection, Reprises y Comme la chair/ As flesh. La primera recoge impresionantes paisajes y vistas urbanas realizadas por Freud desde uno de sus talleres, a las afueras de la capital británica. Muestran los terrenos baldíos que Londres destinaba a basureros y los edificios característicos de la periferia de la ciudad en estrecha tensión con la intimidad del taller del artista. La fuerza y la complejidad de los autorretratos de Freud protagonizan la segunda sección, manifestando la tensión característica entre lo íntimo y lo personal y la representación, la reflexión sobre uno mismo y el distanciamiento irónico respecto a su persona. El propio pintor afirma que para representarse a sí mismo, debe tratar de presentarse como si fuera otro. Él pinta lo que siente tratando de no caer en el expresionismo.
Reprises incluye dibujos, grabados y pinturas que van más allá de lo autobiográfico para cuestionar los planteamientos históricos de la pintura: Freud se inspira en Constable, Cézanne, Picasso o Chardin para reinterpretarlos de forma deliberadamente torpe y libre, enlazando el arte actual con la tradición.
Y, por último, Comme la chair/As flesh recoge sus retratos del performer Divine, Leigh Bovery o Big Sue, entre otros, en ambiciosas puestas en escena. La muestra finaliza con la presentación de dos films: uno de Tim Meara bautizado como Small Gestures in Bare Rooms y otro elaborado por David Dawson, asistente de Freud, que muestra al pintor en su taller.
De Masdearte.com
CENTRE POMPIDOUPlace Georges Pompidou75004 ParísDel 10 de marzo al 19 de julio de 2010De 11:00 a 21:00 horas
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